sábado, 2 de mayo de 2020

Calidad-Precio


Calidad-Precio



Cuando compramos un producto, solemos mirar por lo menos dos características a la hora de comprar: el precio y la calidad.

Características de los productos

Cuando vamos a adquirir un producto, solemos mirar varias características. Entre ellos están, el precio, la calidad que nos parece que tiene ese producto, la marca, el tamaño y otra serie de características, en algunos casos, son temas ya de gustos personales.

Precio

Cuando buscamos un producto general, de consumo, que nos da un poco igual el resto de sus características, y que no va a estar con nosotros toda la vida, solemos mirar exclusivamente el precio. Si vamos a comprar, por ejemplo, una botella de 5 litros de agua mineral, la mayoría de la gente, compra la más barata sin tener en cuenta el resto de características.

Siempre hay personas que miran todas las características, incluso en las compras más pequeñas. Pero todos tenemos una lista de compra habitual en la que sólo miramos el precio.

Calidad

En productos que nos importe más, que deban estar con nosotros más tiempo, solemos mirar más la calidad que el precio. Hay personas que miran más la calidad en productos de alimentación. Hay personas que miran más la calidad en productos sanitarios. Hay personas que miran más la calidad en productos tecnológicos. Hay personas que miran más la calidad en prendas de vestir y complemento. Todos tenemos algunos tipos de producto en los que preferimos mirar más la calidad que el resto de características, incluso dejamos de lado el precio.

Medir el precio, es un tema muy sencillo, ya que es un valor cuantificable de forma objetiva, es el precio que marca la etiqueta. Medir la calidad es un tema más subjetivo, para unas personas será más importante los materiales con los que está construido, para otros, el diseño, y para otros la funcionalidad. Digamos que no hay un estándar o un organismo externo que diga este producto tiene una calidad de "10" y este producto tiene una calidad de "8". Hay estandarizaciones y etiquetas para aspectos concretos, por ejemplo la etiqueta de eficiencia energética de los aparatos eléctricos. Es una medida de la calidad de un producto, pero sólo en un aspecto: el consumo energético. Pero no mira otros aspectos. 

Podemos definir la calidad de un producto como la suma de una serie de valores asignados a diferentes cualidades de un producto, por ejemplo los siguientes:
  • Calidad de materiales
  • Diseño
  • Funcionalidad
  • Eficiencia energética
  • Construcción ecológica.
  • Facilidad de uso.
  • Durabilidad
  • etc.
No todas las cualidades aplican a todos los tipos de productos, pero sirve para hacernos a la idea de que la calidad de un producto es la suma de una serie de valores sobre sus cualidades.

En un mundo ideal, debería existir un organismo externo, dependiente del Ministerio de Sanidad y consumo (o equivalente en cada país), que realice pruebas sobre los productos, y les asigne un valor de "Calidad", igual que los productos tienen un valor de "Precio".

Relación Calidad/Precio

Una solución más racional que mirar sólo el precio o la calidad de un producto, es mirar dos características. Esta solución, suele ser comparar dos productos mirando el precio y la calidad.

Supongamos que un producto A, tiene un precio de 200€ y un producto B, tiene un precio de 300€. Si miramos sólo el precio, está claro que compraríamos el producto A. 

Supongamos que tenemos ese indicador universal de "calidad". El producto A tiene una calidad de 5 y el producto B, tiene una calidad de 8. En este caso. En este caso, tenemos:

Relación Calidad/Precio A = 5/200 = 0'025 

Relación Calidad/Precio B = 8/300 = 0'027 

Por lo que, en este caso, sería mejor el producto B, pese a ser más caro, porque tiene mejor calidad.
Quizás la fórmula no sería esta, tendría porcentajes, o los precios sería una relación entre el más barato y el mas caro, pero nos sirve para hacernos una idea.

Relación Durabilidad/Precio

La durabilidad es una característica que hay personas que tienen en cuenta, pero desgraciadamente, la mayoría de personas no miran. Es más, estamos en una sociedad consumista donde importa más cambiar de producto/modelo con frecuencia que tener el mismo producto durante mucho tiempo.

Está muy relacionado con la relación Calidad/Precio. De hecho, la durabilidad es una de las características de calidad de un producto. Para vivir en un mundo más eficiente, la durabilidad de un producto debería ser un factor de los más importantes.

En el ejemplo del producto A de 200€, y el producto B de 300€, supongamos que el producto A, tiene una durabilidad de 2 años. Por otro lado, el producto B, tiene una durabilidad de 4 años.

En este caso, el precio por año de cada producto es:

Producto A: 200€/2 años = 100 €/año
Producto B: 300€/4 años = 75 €/año

Es decir, el producto B nos ha salido más barato, ya que nos ha salido por 75 €/año. 

Como ejemplo práctico, tenemos el de los aparatos tecnológicos como teléfonos y ordenadores. Si gastamos un poco más (incluso un 50% más) en el modelo superior, o en el modelo con mejor procesador y más memoria, conseguimos que el producto nos dure más tiempo. 

Hay que tener en cuenta, que además de tener el producto más tiempo, tenemos un producto de mejor calidad, por lo que la satisfacción es doble. Aquí aplica el refrán de "Lo barato sale caro".

El problema con esta relación es que no hay una estandarización u organismo que nos asegure la calidad de un producto, o la durabilidad del mismo. Nos tenemos que guiar por nuestra intuición, por comentarios de otras personas que ya han adquirido el producto y otros métodos. Además, no siempre es cierto que cuanto más caro sea un producto, mejor y más nos va a durar. Se da la paradoja que a veces, productos más baratos son incluso mejores, por lo que en este caso, la relación durabilidad/precio o calidad/precio sería aún mucho más favorable para el consumidor.


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